Elemento químico
Un elemento químico es una sustancia pura que no se puede
descomponer en otra sustancia más sencilla utilizando métodos químicos.
Está
compuesto de un tipo o clase de átomo que se distingue por su número atómico (Z), que
corresponde al número de protones en su núcleo. Ese número de protones coincide
con el de electrones cuando el átomo es neutro.
Los elementos químicos se organizan y clasifican en lo que se conoce como la tabla periódica.
De los elementos químicos, 80 de ello tienen isótopos
estables, que se designan en la tabla periódica con los números atómicos del 1
al 82, excluyendo los elementos 43 y 61, que corresponden al tecnecio y al
prometio. Los isótopos constituyen los elementos que pueden presentar variación
en el número de sus neutrones, sin que eso tenga consecuencias físico-químicas
notables. De ahí surge la necesidad de un número másico (A), que corresponde al
número de protones más el de neutrones. La masa del electrón no se considera al
ser 1837 veces menor.
Los elementos de números 83 en adelante, son elementos
inherentemente inestables y sufren descomposición radiactiva. Los elementos de
número atómico del 83 al 94, no tienen núcleos estables, pero aún así se pueden
encontrar en la naturaleza.
En un elemento químico, es el electrón el que determina el
comportamiento de su átomo. Se distribuyen en capas correspondientes a los
niveles de energía. La capa externa (CE) de un átomo es la que permite un enlace
químico, cuando interacciona con la de otro átomo. Eso conlleva a la formación
de moléculas cada vez más complejas. Los enlaces se forman, de manera que las CE
de los átomos que interaccionan se unan resultando en 8 electrones.
Es por ello
que los átomos con CE ya constituidas por 8 electrones son prácticamente
inertes. Ellos son los llamados gases nobles: helio, neón, argón, kriptón, xenón
y radón. Por el contrario, los elementos alcalinos, litio, sodio, potasio,
rubidio, cesio y francio, tienen un fuerte poder de reacción, ya que su CE
necesita 7 electrones para completarse.
Se habla de valencia de un elemento, según el número de
electrones que puede ceder o aceptar su átomo de manera total o compartida. En
el caso de los gases nobles, su valencia es 0. Los elementos metálicos se
distinguen así en función de su tendencia a ceder uno o varios electrones. El
resto de los elementos son no metales. Entre los dos grupos se encuentran las
tierras raras o lantánidos, que tienen una química compleja.
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